Ni contigo ni sin ti

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LA MUJER DE AL LADO de François Truffaut

Está usted feliz viviendo en su casa con su esposa y su hijo y un día llega una pareja a vivir a la casa del lado. Usted va a darles la bienvenida a los nuevos vecinos a regañadientes, casi obligado por su esposa. Al llegar a la casa conoce al nuevo vecino y dueño de ese hogar que mira hacia las escaleras y le dice «Ahí viene mi esposa», usted la mira y se da cuenta que fue su amante hace ocho años y ni ella ni usted saben cómo disimular que ya se conocen. Que se amaron locamente,  pero que preferían morirse antes que demostrarse mutuamente que se amaban. Esto le pasó a Bernard (Gerard Depardieu), un hombre que se casó sin estar enamorado, que se casó por miedo a quedarse solo, cuando en el fondo sabía que solo amaba a una sola mujer, esa con la que nunca pudo tener estabilidad: Matilde (Fanny Ardant). Y ahora vuelve a su vida, en forma de «vecina», en forma de amor imposible. En ese momento entendemos que nada puede salir bien de ahí y por sus miradas intuimos que inevitablemente su historia de amor no ha terminado.

 Algunas películas de François Truffaut son difíciles de conseguir en internet para bajar. La mujer de al lado (La femme d’à côté). Había visto esta película hace unos 12 años en un festival de cine francés en Medellín. Con los años me ha aumentado el deseo de volver a ver muchas películas que vi en mi época más cinéfila y por lo general las disfruto como si fuera  la primera vez, y percibo cosas nuevas. Nunca pude volver a conseguir esta película hasta ahora que,   afortunadamente, la encontré online en perfecta calidad, y pude recordar esas temáticas que tanto obsesionaban a este director: el amor imposible, los niños, la mujer y la muerte.

Truffaut es un maestro en historias de amour fou, de historias de amores imposibles; y en La mujer de al lado nos cuenta un reencuentro lleno de pasión, de obsesión, locura, secretos y tragedias. Matilde y Bernard cometen un gran error, no le cuentan a sus respectivas parejas que hace años fueron amantes y, por el contrario, deciden retomar lo que dejaron empezado y encontrarse en la misma habitación de un hotel barato casi todas las tardes.


Matilde no le dice que lo ama, pero se desmaya después de su primer beso. Ese es el Truffaut que dice que sus personajes jamás dicen «te amo», ellos se enferman de amor, se desmayan, se desviven, demuestran el amor más allá de las palabras, porque al fin y al cabo es más fácil hablar que sentir.

Los personajes de Truffaut hacen lo que sea por amor. Adèle Hugo, la heroína más romántica de toda la filmografía de Truffaut está enferma de amor, un amor no correspondido que la lleva a la degradación física, material y espiritual. Ella sufre y se autodestruye porque deposita la esperanza en ese amor como un renacer. En La habitación verde un viudo confunde la vida con la muerte, y se obsesiona con los objetos de su difunta esposa y decide hacer una capilla dedicada a ella y sus familiares muertos.  En Las dos inglesas y el continente una de las hermanas padece una fiebre fatal, porque su deseo romántico nunca alcanzará su objetivo. A Bernard y Matilde no los separa un continente sino un pequeño camino entre casa y casa, pero a la vez los distancian años de orgullo acumulado. Nunca se dejaron de amar pero para ellos fue más fácil convertir ese sentimiento reprimido en odio que en amistad. La mujer de al lado es una película totalmente romántica, donde los protagonistas están enamorados de la idea de estar enamorados. Eso va llevándolos a la autodestrucción, porque no es un amor racional, es desatado, ciego y furioso. Su principal obstáculo es la similitud que hay entre ellos. Es la gran metáfora del «ni contigo ni sin ti».

Nunca me voy a  cansar de revisitar las películas de Truffaut llenas de historias de amor, con personajes que nos invitan a recorrer el mundo con ellos, a soñar con vivir sus historias, o simplemente a vernos a nosotros mismos…

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